CCOO ROCA SANITARIO ALCALÁ DE HENARES

6/26/2015 06:55:00 a. m.

MUNICIPIO

6/24/2015 08:53:00 p. m.

En latín la palabra municeps designaba al ciudadano que, excepto el del voto, contaba con los mismos derechos que el romano. Municipiu(m), de donde viene el término que nos ocupa, era el lugar en el que residían tales ciudadanos.
La historia de esta palabra nos lleva un tanto más atrás, porque municeps era en latín un compuesto del neutro munia, 'deberes, obligaciones, funciones' y el sufijo -ceps, surgido del verbo capio, 'coger, tomar' ( bíceps y tríceps), empleado en varias palabras con el significado de 'cabeza, principal', en referencia a la persona que ostenta, que toma, el poder ( príncipe). De la raíz indoeuropea *kap-, 'tomar, coger', de la que procede capio, surgen también cabeza, caudillo, capitel, capital...
Hoy el muy democrático término munícipe, hijo de municipe(m), muy poco usado, sigue haciendo referencia al ciudadano, es decir, a quien realmente, por encima del alcalde, tiene el poder en la ciudad.

ALCALDE

6/24/2015 07:19:00 a. m.

Cuando Lope y Calderón, allá por nuestro Siglo de Oro, escribían e inmortalizaban personajes que han pasado al acervo cultural de nuestra literatura, como vemos en El mejor alcalde, el rey, o en El alcalde de Zalamea, no tenían el concepto de alcalde que hoy tenemos en español. Todavía en aquella época, y durante algunos años más, esta voz conservaba el valor original de 'juez', pues ése era el significado primero que, en su nacimiento, tenía la palabra árabe qädi (del verbo qäda, que significa 'resolver, juzgar'). Sólo quedaba añadirle el artículo árabe al-, para que se nos convirtiera en alcadi, y terminar siendo el término que ahora conocemos.

No es extraño pensar que el antiguo alcalde tuviera las funciones de un juez municipal (à municipio) para aplicar la justicia sin apelar a instancias mayores. Las sucesivas reorganizaciones del sistema político lo liberaron de dichas facultades, y le otorgaron las características con las que hoy se lo conoce.

CANDIDATO

6/20/2015 07:51:00 p. m.

Los antiguos romanos tenían la creencia (o querían tenerla) de que cualquier persona que aspirara a un cargo público o a algún honor debía tener el espíritu y la conciencia limpios, y más exactamente, blancos, por lo que de este color era precisamente la túnica que esa persona vestía al ser propuesta. Y se llamaban así porque la voz latina candidu(m) significa exactamente 'blanco', como se mantiene en palabras como cándido, candor o la menos afortunada candidiasis, enfermedad caracterizada por la presencia de manchas blancas. Candidato era, en fin, el 'blanqueado', es decir, el 'que está blanco, sin mancha'.

MINISTRO

6/20/2015 07:38:00 p. m.

Los romanos distinguían dentro de la función pública a dos tipos de empleados: los magistru(m), de donde también procede el español maestro, literalmente 'más grande', y figuradamente 'jefe, director, alto funcionario' y los ministru(m), de donde viene la palabra que nos ocupa, literalmente 'más pequeño', y figuradamente 'servidor, ayudante'. Es curioso y significativo que, con el andar del tiempo, se hayan invertido las tornas.